Cualidades del sonido

EL SONIDO – CAPÍTULO 4

Hablamos de cualidades del sonido cuando nos referimos a sus características principales por el modo en que son percibidas.

Es decir, que las definimos según las interpreta y reconoce nuestro cerebro.

Son las que, como músicos, nos interesan.

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LA ALTURA O EL TONO

El oído, dentro de su campo audible, es capaz de distinguir mínimas variaciones de frecuencia. Así, podemos diferenciar los sonidos por su frecuencia, que es lo que denominamos ALTURA o TONO de un sonido.

Esta cualidad es la que nos permite establecer gradaciones entre un sonido grave o bajo (de baja frecuencia) y otro más agudo o alto (de alta frecuencia).

Cuando cantamos, lo que hacemos es entonar los sonidos de las diferentes notas de la canción, subiendo o bajando la altura de los mismos; es decir, variamos, intuitivamente y ‘de oído’, las frecuencias de los sonidos que emitimos.

El campo audible es la banda de frecuencias que el oído humano puede percibir, cuyo rango está comprendido entre los 20 Hz y los 20.000 Hz (ó 20 Khz.). (Más información en «Apéndices > La ecualización«).

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LA INTENSIDAD

La intensidad es la potencia sonora (cantidad de energía por unidad de tiempo que transporta una onda sonora) por unidad de superficie, colocada ésta en sentido perpendicular a la dirección de propagación.

Es lo que nos permite diferenciar un sonido pequeño, como un susurro, de uno grande, como un grito.

Está relacionada con la amplitud de onda y la frecuencia, de manera proporcional a sus cuadrados. Además, como ambas características influyen directamente en las variaciones de presión del aire (que hacen posible el sonido), se puede deducir que también es proporcional al cuadrado del exceso de presión asociado a las ondas sonoras.

La intensidad disminuye, el sonido tiende a apagarse, al aumentar la distancia a la que se encuentra la fuente sonora. Es lógico, pues la energía emitida en origen se distribuye, al mismo tiempo, sobre una superficie mayor y, por lo tanto, la presión ejercida es menor. (La amplitud y la frecuencia no sufren variaciones significativas, normalmente).

La unidad de medida es el vatio/m²., aunque, también, puede expresarse en barias (dinas/cm²).

En definitiva, es la cantidad de sonido o lo que llamamos, comúnmente, volumen y que, en la música, da lugar a la dinámica. (Ver “Apéndices > La dinámica > Introducción”).

Ver el capítulo titulado “Propiedades acústicas y magnitudes” para ampliar este y otros conceptos relacionados, como el nivel de intensidad sonora.

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LA DURACIÓN

La duración hace referencia al tiempo en que se mantiene una vibración. De este modo, tendremos sonidos cortos, largos, muy largos, etc., según el tiempo que esté vibrando, es decir, sonando.

En la música, si a estos tiempos de sonido le añadimos aquellos períodos en los que no se emite sonido, los silencios, y los cuantificamos según un criterio de medida establecido, obtenemos el ritmo musical.

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EL TIMBRE

El timbre está constituido por el conjunto de ondas armónicas (o sobretonos) que se transmiten de manera simultánea a la onda principal y están ligadas a esta como si de sus “apellidos” se trataran.

Estas ondas secundarias dotan a la fuente sonora de su sonido característico, o color, que nos permite diferenciar una de otra; por ejemplo, un piano de una trompeta; o la voz de mi madre de la de mi padre, aunque ambos estén produciendo un sonido de la misma altura e intensidad.

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